lunes, 10 de noviembre de 2008

ADIOS

Un día para el recuerdo de un mes desesperado, varios años después de nuestro enlace


A ti:


Con apenas edad como para manifestarme como adulto responsable, sabía algo de otorgar veracidad y respeto a la persona amada.

Años más tarde, con algunos romances fallidos haciendo espacio en algún rincón de mi corazón y mi memoria, he ido descubriendo que no es sencillo tener ideales; que todas aquellas causas que hube defendido con vehemencia dejaron de existir; que quizás no es tan fácil orar para convencer a quien no quieres volver a ver, que quizás es más sencillo romper sin razonar, huir, escapar.

La vida va poniendo trampas y aprendes que significa el término: “saber perder”.

Yo te he perdido. He perdido mi vida a tu lado, he perdido nuestro proyecto de vida, he perdido, sin compasión para el alma, tu amor por mí.

No voy a detallar, como si de un ábaco de momentos se tratase, mi vida a tu lado; todo ello pertenece a un capítulo más de ese libro no escrito que muestra mi andadura vital.

Un libro que mostrará sin descanso las arrugas de mi corazón, la negligencia de mi memoria, la cobardía de mi espíritu, escondiéndome detrás de mi estilográfica para decirte Adiós.

He sopesado, con pesadumbre, abandonarme al recuerdo antes de dañar algún momento de felicidad vivido siendo más sencillo vivir en el pasado cuando no hay presente.

Es mi carta desesperada de renuncia a ti, siento no ser fuerte, siento no poder vivir sin ti. Siento no poder ser abrazada sin amor, besada sin pasión, mirada sin nostalgia. Siento no poder dejar que gobierne la frialdad de un contrato matrimonial. Siento no poder mirar sin detenerme en el ayer, recordando que una vez me amastes, que una vez fui.




Adiós mi vida,


La Bruja