Escuchaba Héroes del Silencio.
Sabía que esta noche, era la noche;
Por fin, la conocería.
Había oído hablar de ella, se decía que
era hermosa, perfecta, llena de paz y
que su conquista era tubular.
Ellos, los que decían, nunca volvían.
Aún así, yo, hoy estaba preparado,
no tenía miedo, sería yo, su único
gran seductor.
Formaríamos un círculo perfecto,
llegaríamos al clímax de la división molecular,
sólo nosotros dos;
dando como resultado una ecuación
matemática con XX o XY, siendo
el principio de la gran aventura
de la vida.
La Bruja
(Dedicado a mi hermano, Juan y su mujer, Liliana)